domingo, 16 de marzo de 2014

Literatura- Comentarios


  La Conjuración de Catilina.

Esta obra es una monografía histórica breve, escrita por Cayo Salustio y dividida en 61 capítulos, en la que se narra todo el proceso de maniobras, estrategias, batallas y juicios que se dieron en el año 63 a.C por la conspiración que Catilina tramó contra la república romana, al frente de la cual estaba el cónsul Cicerón.

Salustio no se limita solo a explicar los acontecimientos, sino que también expresa su modo de pensar sobre el hombre en general (proemio). Su punto de vista, a la hora de narrar los hechos, se enfoca principalmente sobre la figura de Catilina, y en un segundo plano sobre la de Cicerón y sobre los otros protagonistas, principalmente Julio César, Catón y M. Craso, intentando mantener una postura objetiva ante la situación. Procura ser detallista en los retratos de dichos personajes y  las comparaciones entre la situación de Roma en tiempos anteriores y la de ese momento. Por ejemplo, cuando opone los valores morales de las anteriores generaciones con las de su sociedad.
También es interesante destacar el final abrupto que hace de la obra, en el campo de batalla con Catilina derrotado y el ejército romano observando que entre los caídos, no solo encontraban enemigos, sino amigos.
  

Este libro me ha parecido interesante  porque no me esperaba la importancia que tuvo para la historia de Roma la conjura que Catilina tramó. También me llama la atención la personalidad de él, que fue que un personaje caracterizado por la avaricia, su elocuencia y sus dotes manipuladoras, y como contrapunto era temerario y con gran coraje. Gracias a la descripción objetiva que Salustio hace en todo momento tanto de personajes como de situaciones, no deja ver de una manera clara el contexto de la historia, para poder emitir por nosotros mismos una reflexión no contaminada.
Una  de las cosa que mas me intriga de algunas obras históricas, es saber si algunos datos, como son los diálogos o los discursos, son auténticos, ya que me parece relevante y a tener en cuenta a la hora de valorar los hechos que se describen para saber si son reales o distorsionados.

Por último, reflexionando sobre el final tajante que Salustio hace sobre la conjuración, creo que ahí muestra su forma de pensar y su ideología, dándonos a entender que la guerra por ambición, causas políticas… no tiene ningún sentido y que no existen ni vencedores ni vencidos, tan solo el vacío cuando el hombre es consciente de lo que ha hecho.






TRATADO SOBRE LA AMISTAD, DE CICERÓN: DE AMICITIA  

De amicitia, también conocido como Laelius, es un diálogo entre Lelio (mejor amigo de Escipión, el Africano) y sus yernos, Fanio y Escévola,  que trata sobre la naturaleza de la amistad y los principios que deben gobernarla, poniendo como ejemplo la relación entre Lelio y Escipión el Africano, tras la muerte de éste último. Fue escrito por Cicerón, en el 44 a. C. y dedicado a su amigo Ático.


La  verdadera amistad tiene su origen en la naturaleza del hombre y gracias a la virtud se mantiene; no nace en momentos de debilidad ni de los intereses, sino de la unión de dos personas que deciden compartir tanto penas como alegrías. Se da entre boni, personas sinceras, honradas, generosas y justas; entre personas semejantes, que se admiran recíprocamente.
La amistad puede manifestarse entre personas conocidas (parientes) y desconocidas.
Una amistad verdadera es oportuna; cuando la encuentras te acompaña siempre y nunca te abandona. Las palabras del poeta, Enio (“el amigo seguro se conoce en los momentos críticos”) se reflejan en la vida de Tarquino el Soberbio, que tras haber sido expulsado, sólo unas pocas personas siguieron estando a su lado.
La verdadera amistad ha de estar por encima de todas las cosas, basarse en la benevolencia y el respeto mutuo.
Una de las normas que debe cumplir es no pedir favores vergonzosos, y sobre todo no realizarlos; aquéllos que propongan actos poco honrosos y deshonestos deberán ser corregidos y guiados por el buen camino por sus amigos, prestando atención al modo de decir para no crear enemistades.
Para finalizar, en la amistad no sólo se debe amar al amigo como a uno mismo, sino que hay que amarlo más que a nosotros mismos; la amistad no debe mirar la cantidad de bienes o sentimientos que se intercambian, sino que es un dar sin pensar en recibir; los amigos verdaderos no solo deben estimarnos de la misma forma que nos estimamos nosotros, sino más porque en los momentos de bajo ánimo, el amigo nos levanta y nos anima a pensar en cosas que nos den esperanza y alegría.


A lo largo de la vida nos encontramos con diversos tipos de amistad, algunas mejores y otras peores. Pero todo hombre necesita estar rodeado de buenas compañías, y para determinar cuales son, es necesario hacer una prueba de selección relativamente larga para evitar juzgar y amar precipitadamente. Al final de esta selección, si se determina que la amistad no es buena, no hay que romper los lazos de golpe, sino dejar que poco a poco se deshagan, para evitar enemistades, ya que romper una amistad conlleva la muestra de odio y resulta vergonzoso dejar de amar alguno con el que se han compartido muchos momentos. En contraposición, existen también amistades que perjudican tanto que es necesario alejarse completamente de ellas.
Por otra parte, dentro de esta selección se plantea el problema de la antigüedad de los amigos, es decir, si se debe preferir una nueva amistad a otra antigua, como se prefiere un potro antes que un caballo viejo.  Los viejos amigos deben considerarse como los vinos, cuanto más antiguo sea, mejor, porque a pesar de que los nuevos amigos puedan darnos una garantía, los primeros no deben perder su puesto.
En otros casos, se dan amistades entre personas con un nivel intelectual diferente, por lo tanto, a la hora de conversar se debe encontrar un equilibrio por ambas partes con el propósito de evitar discusiones e incomodidades, así el que tiene un nivel mayor de cultura, deberá reducirlo y viceversa.

Pero la amistad no es algo fácil de conservar. Durante el transcurso hay obstáculos que impiden la continuidad de una amistad; los intereses, las riquezas y las fortunas que ciegan y hacen olvidar a las personas, la diferencia de ideología política, la disparidad en las costumbres, la falsedad…
La amistad es considerada como la madre de la utilidad, porque trae muchas ventajas cuando es verdadera, por ejemplo, los buenos consejos. Éste hecho es universal, todos lo afirman, de la misma manera se afirma que ésta pasa por la vida de todas las personas sin excepciones, porque el ser humano es un animal que necesita vivir en sociedad.
Así pues, tener un amigo significa tener un apoyo moral, que nos sostiene en los peores y mejores momentos.






Esta obra de Cicerón no es una lectura pesada o difícil de seguir, el único punto criticable de su estructura sería que el tema del diálogo no progresa, sino que siempre, en cada punto que trata, acaba por concluir mas o menos en lo mismo, resultando de esta forma un poco repetitivo.
En cuanto a las conclusiones sobre las características de la amistad etc, he de decir que en líneas generales estoy de acuerdo, pero también creo que algunas están poco profundizadas, ya que al fin y al cabo lo que se considera una verdadera amistad es un tema bastante relativo porque no todas son iguales, hay miles de tipos de amistad en el mundo y dependiendo del carácter de las personas se las considera mejores o peores. Así, por ejemplo, estoy en desacuerdo con que la amistad se da entre boni, creo que estaría mejor dicho que los propios amigos, entre ellos mismos, se tratan con sinceridad, justicia y respeto, porque no todos nos comportamos bien con todo el mundo, ni muchas veces somos lo justos que deberíamos ser, pero cuando estamos en compañía de esas personas sí que lo hacemos a pesar de cómo tratamos al resto.
En el tema sobre los nuevos y viejos amigos, por una parte pienso que si se siguen considerando amigos es porque se merecen ser llamados así, y por eso creo que nunca deberíamos tener la necesidad de sustituirlos o incluso olvidarlos a pesar de encontrar nuevas compañías. En ese caso la manera adecuada de actuar sería adjuntando a la persona nueva al grupo en el caso de que se haya mostrado de confianza.
Por otro lado, en varias ocasiones llamamos viejos amigos aquellos con los que hemos vivido un periodo de tiempo relativamente largo y que tras unos años hemos reencontrado.  Esos amigos ya no forman parte de nuestras vidas por lo que han pasado de ser amigos a conocidos.
También estoy en desacuerdo que el cariño de una amistad se da desinteresadamente porque en la vida todos esperamos recibir lo mismo que damos. Por mucho que se quiera dar a una persona, si no se es correspondido, desaparece el amor y el respeto.

Termino diciendo que tener y conservar una amistad es algo dificilísimo.
No creo que sólo se encuentre en aquella persona que te acompaña todos los días en todo lo que haces; la verdadera amistad es también aquella que tras años y años, a pesar de la distancia y de no verse, se mantiene el contacto y en el reencuentro sigue existiendo esa unión que nada la ha cambiado.
Amigos son aquellas personas que a pesar de que no compartan tu mismo punto de vista en temas políticos, sociales, o incluso gustos, intentan entenderte y respetarte. Son aquellos que tras haber discutido, se perdonan riéndose de ellos mismos o llorando recordando el absurdo motivo por el que se han enfadado. Aquellos que se tratan como a un miembro mas de la familia; con los que se comparte todo tipo de momentos, aquellos que saben si estás bien o mal con solo mirarte a los ojos. Los que te defienden delante de todo el mundo a pesar de tus errores y después te reprenden severamente  porque les importas.
La amistad está formada por miles de cosas y se da entre miles de personas distintas, pero cada uno de nosotros sentimos cuando se nos coloca de frente una verdadera amistad.





Tratado sobre la felicidad. Séneca.

«De vita beata» plantea algunas cuestiones centrales de la ética antigua: la relación del placer con la virtud y con la felicidad, la figura del sabio, la justificación de las riquezas, los supuestos religiosos de la ética, etc.

Para Séneca, la felicidad se consigue a través de la vida virtuosa, que comporta el sumo bien, y va de acuerdo con la naturaleza. Para conseguir alcanzar el objetivo, la felicidad, debemos guiarnos por nuestros propios instintos, valorando las cosas que realmente importan y sin dejarnos influir por el resto de las personas, o sea, no debemos ser una oveja más del rebaño. Creo que esto es muy importante, porque para no escoger el camino que ya ha hecho mucha gente se necesita valor y coraje, fuerza voluntad, pero sobre todo, una acción similar es lo que te diferencia de la masa.
El siguiente tema que trata el filósofo es qué hay que hacer a lo largo de nuestra vida para acercarse cada día más a la felicidad. Ante esto, Séneca describe un comportamiento completamente distinto al suyo en muchos aspectos, pudiendo parecer contradictorio. Al final, deja entender que para ser felices es necesario conformarse con lo que uno tiene, aceptando su propia suerte, pero siempre intentando mejorar el espíritu. No hay que dejarse afligir por los sentimientos dolorosos, como la pérdida de un ser querido, pues son pruebas a las que nos somete la Providencia para perfeccionarnos, y muchos menos debemos sucumbir a las riquezas y placeres de la vida.
 En mi opinión, estoy de acuerdo cuando dice que no debemos depender de los bienes materiales, sino que hay que darles la importancia que se merecen: ¿En qué se cifra el placer? Es un tema demasiado amplio, porque cada uno tenemos nuestra idea de placer, pero creo que todo debe tener un término medio. Por otra parte estoy completamente en desacuerdo cuando dice que debemos aceptar nuestra suerte. Yo creo que cada uno nos construimos nuestra propia suerte y si queremos vivir mejor ¿por qué conformarnos si ello no comporta un daño posterior?  La historia del ser humano nos ha enseñado que somos ambiciosos, y  que si queremos algo luchamos hasta conseguirlo. Si no ¿cómo llegó a ser tal el imperio romano? Gracias a la ambición de sus líderes.
Otro tema que Séneca trata es el de  la libertad, que se consigue mediante la imitación del comportamiento de dios, esto es, ser inamovibles frente al mal y estar de acuerdo con el bien. De esta manera nuestro comportamiento se ajustará al de la naturaleza y en consecuencia, todas nuestras acciones serán tanto libres como adecuadas.
A mi parecer esta teoría se parece a las leyes de los sistemas de gobierno actuales, como constituciones, derechos y deberes… porque de la misma manera que una corriente ideológica marca unas pautas a seguir para ser “libres”, lo mismo sucede con las leyes, ya que en ambos casos si aceptas esa manera de pensar y actúas según lo que éstas marcan, tu pensamiento no concebirá otro tipo de comportamiento.
Para finalizar, hace una distinción entre el que es sabio  y el que no: El sabio es aquel que subordina las riquezas a la virtud y no al contrario, no las ama, pero las prefiere, son honrosas y puras y han sido obtenidas de manera casual. El sabio es generoso pero no tonto, es aquel que es firme ante las adversidades (críticas e insultos). En cuanto a este último punto, solo puedo decir que estoy de acuerdo con él.


En general la obra no me ha gustado mucho, el autor siempre tiene excusas para todo, y esta característica puede ser buena o mala, porque de la misma manera que justifica de manera coherente un comportamiento particular, el uso excesivo de estas excusas hace perder la credibilidad de los argumentos dados. En este sentido la postura por la que Séneca opta, me parece que la emplea sólo para dar una buena impresión de sí mismo, porque en realidad si siguiera los pasos exactos del estoicismo nadie le reprocharía su manera de vivir, porque lo que ha hecho a sido personalizar esa ideología conforme a su nivel de vida.